Internet para todos

NO a los apagones de conectividad – #KeepItOn

La Internet Society pide a todos los gobiernos que detengan los apagones de Internet. A menudo esta medida es utilizada en el contexto de elecciones, manifestaciones u otras tensas situaciones sociales, esta medida técnica raramente es efectiva y tiene un impacto negativo en los ciudadanos, las economías nacionales y regionales, la estabilidad de Internet y, en última instancia, el propio país.

El creciente número de órdenes gubernamentales para cortar la conectividad a Internet o restringir el acceso a sus servicios, van desde sitio específicos como medios de eprensa, organizaciones sociales u opositoras a la opinión gubernamental, hasta el «apagado» de toda conectividad del país; esto es una causa de profunda preocupación para nosotros.

En el mundo conectado de hoy, las restricciones de red tienen amplias consecuencias económicas y sociales: la gente confía en Internet para hacer cosas como mantenerse en contacto con familiares y amigos, realizar transacciones comerciales y financieras en línea o realizar sus trabajos cotidianos.

El cierre de Internet impacta a todos y cada vez más, incluyendo la prevención del uso de servicios de emergencia que podrían ser particularmente necesarios en algunas de las situación en la que ocurren estos «apagones» de Internet. El resultado es la inestabilidad social, la inseguridad de los ciudadanos y la pérdida de confianza de éstos en situaciones que frecuentemente ya están enmarcadas por la inestabilidad social y política.

Estudios recientes dan una idea de la escala en los costos económicos que el «apagón» total o parcial de Internet puede tener.

El Instituto Brookings estima que estos «apagones» de la red costaron a los países US$ 2.4 mil millones de dólares desde junio de 2015 hasta junio de 2016. Los ejemplos de los últimos costos económicos para los países incluyen:

  • India: US$968 millones de dólares
  • Arabia Saudita: US$465 millones de dólares
  • Marruecos: US$320 millones de dólares
  • Brasil: US$116 millones de dólares

Un reciente informe de Deloitte estima que los países con alta conectividad puede llegar a perder al menos el 1,9% de su Producto Bruto Interno (PIB o PBI) por cada día de todos de «apagón» de Internet.

Hoy en día, los políticos, principalmente quienes ejercen transitoriamente el poder de Gobierno, tienen dos opciones: a) Una lleva a un Internet abierto y confiable con todos los  beneficios sociales y económicos que eso implica; b) El otro conduce a una red cada vez más cerrada que no impulsa el crecimiento y es desconfiada por la población de todo el mundo. Un camino lleva a la oportunidad, el otro al estancamiento. La clave es la confianza, y construirla es responsabilidad de todos.

Evitar el acceso a la información y las comunicaciones en línea no es la solución.

En este sentido, nos sumamos a la histórica Resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (A/HRC/32/L.20, julio de 2016) que condena inequívocamente medidas para prevenir o interrumpir intencionalmente el acceso a la información en línea.

Además, los medios técnicos utilizados para bloquear el acceso a la información en línea a menudo socavan peligrosamente la estabilidad y la resistencia de Internet. Por ejemplo, interferir con el enrutamiento del tráfico de Internet de un país no sólo perjudica la capacidad de los ciudadanos para comunicarse e innovar como parte de la plataforma global de Internet; sino que también puede conducir a una fragmentación de la red a nivel regional y mundial.

Las medidas técnicas unilaterales raramente son instrumentos apropiados para solucionar problemas políticos, sociales o jurídicos. En su lugar, el diálogo, la transparencia, el debido proceso judicial y la apertura deberían ser los primeros pasos para encontrar soluciones a problemas difíciles, de manera que incluyan a todas las partes interesadas.

Entendemos que los gobiernos se enfrentan a situaciones a veces desafiantes que pueden amenazar el orden público y la seguridad nacional. Pero no creemos que el cierre de comunicaciones para todo o parte de un país sea una medida apropiada y proporcional.

Alentamos a los gobiernos a buscar formas alternativas de abordar estos temas.

La Internet Society ha estado a la vanguardia de la lucha desde el principio (ver)

Creemos que la confianza es la piedra angular de todas las estrategias de conectividad exitosas, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Esto no puede ocurrir cuando la red y sus aplicaciones están restringidas arbitrariamente.

Junto con AccessNow.ORG (ver), trabajamos para detener los «apagones» de Internet por parte de Gobiernos.

(Texto original en ingles ver)